Las formas aristotélicas son inmanentes, a diferencia de las ideas platónicas. Eso implica que:
siguen existiendo plenamente cuando desaparecen los individuos particulares
no existen de manera separada extramentalmente
no pueden existir separadamente de ningún modo
La forma inmanente es, respecto a los particulares:
un modelo que estos imitan
un elemento más unido a la materia y que estructura esta
la estructura que adopta la materia y que hace que un ser sea el que es
Al adoptar la forma inmanente, Aristóteles está planteando una solución al problema de la relación entre los conceptos universales y los individuos particulares. ¿Qué solución es esa?
aceptar la imitación y rechazar la participación, negando que los conceptos universales existan de manera separada
rechazar tanto la participación como la imitación
rechazar la imitación y aceptar la participación, negando que la forma exista plenamente de manera separada del particular
La forma es acto puro porque:
los particulares de una especie no pueden convertirse en particulares de otra especie
los conceptos universales siempre han existido de manera separada y extramental
un concepto universal no puede transformarse en otro concepto universal
Las formas:
son sensibles y se conocen por medio de la experiencia
son inteligibles, y se conocen por abstracción
son inteligibles, y se conocen por reminiscencia
La existencia de una substancia inmaterial y separada implicaría que esta:
procedería de otra cosa
reuniría todas las potencias
consistiría solo en pensamiento
Al partir de la experiencia del movimiento en su demostración del motor Inmóvil, Aristóteles está realizando una prueba:
a priori
a posteriori
axiomática
Aristóteles considera que el universo no es infinito porque:
en Grecia se asociaba lo infinito con lo perfecto
en Grecia se asociaba lo infinito con lo imperfecto
el universo no puede ser infinito porque no es eterno
El Motor inmóvil como causa final implica que:
cada ser tiene su propio estado de perfección, no relacionado con los demás
existe un estado de perfección común a toda la realidad, a partir del cual esta se ordena jerárquicamente según su cercanía al mismo
no existe un estado hacia el cual tiendan todos los seres